Hoy traigo un plato de salmón, un pescado que me gusta mucho.
Me acuerdo que cuando era pequeña el pescado azul era poco recomendable y de unos años a esta parte gracias al descubrimiento del famoso Omega-3 resulta que el pescado azul es lo más sano del mundo.
Cada cierto tiempo salen estudios que aconsejan o desaconsejan determinados productos según quien pague el estudio, en mi opinión ninguno tiene demasiada credibilidad.
Primero comer huevos era malo, luego no porque resulta que equilibran el colesterol bueno y malo. Cuando yo era niña nos daban leche hasta en el colegio (láctea y de las otras) y el otro día oí a un pediatra diciendo en un "publireportaje" que uno de los culpables de la obesidad infantil era que las madres dábamos demasiada leche a los niños (de la bollería industrial y la comida rápida no dijo ni mú y se quedó tan ancho).
Lo mejor es hacer oídos sordos a tanto experto que sólo es la voz de su amo y guiarse por el sentido común y la norma de que todo en exceso es perjudicial.
Después del rollazo os dejo aquí la receta y un consejo: si la hacéis, ese día que no se os olvide comprar el pan porque sería una pena no mojar un poco en la salsita.

Ingredientes:
3 rodajas de salmón
1 diente de ajo
1 cebolla mediana
1 vaso de sidra achampanada
1 sobre de azafrán molido
Sal y pimienta
En una sartén antiadherente poner el salmón salpimentado para que se dore y vaya soltando su grasa, mientras tanto picar el ajo y cortar la cebolla en juliana.
Cuando el salmón esté listo retirar y reservar y en la misma sartén pochar el ajo y la cebolla.
Cuando la cebolla está tierna y haya cogido color se echa la sidra y el azafrán, dejar reducir hasta que haya evaporado el alcohol. Pasar la salsa resultante por el chino o triturar con la batidora.
Volver a colocar el salmón en la sartén y verter por encima la salsa triturada cocer unos minutos para que el salmón tome el sabor de la salsa y servir.