Tarta "ligera" de manzana y coco

No sé si tenéis el mismo problema que yo a la hora de poneros a dieta pero personalmente no soporto ningún edulcorante, la sacarina, el aspartamo y demás son intragables, dejan un regusto que me resulta asqueroso, sólo los tolero en los refrescos de cola. Para colmo de males no toleran bien las altas temperaturas y amargan, por lo que hacer según qué cosas con ellos era imposible.

Oí hablar hace tiempo de la Stevia pero era difícil de encontrar y lo que había disponible eran las hojas de la planta, cosa que me resultaba complicado de utilizar.

Pero ahora en el mercado hay varios edulcorantes a base de Stevia que no dejan ese regustillo desagradable y que toleran el horneado, así que podemos preparar postres desahogando un poquito nuestra conciencia.
Para ésta receta yo usé unos de esos edulcorantes que viene en polvo con una textura muy similar a la del azúcar, la caja es blanca y verde y se encuentra fácilmente en cualquier supermercado, no doy el nombre para que no parezca ésto un spot publicitario pero creo que os será fácil de reconocer.

La tabla de equivalencias entre el azúcar y éste edulcorante la podéis encontrar en éste blog, es muy de agradecer el trabajo que se ha tomado y las diferentes pruebas que ha hecho.

 En el sabor final de la tarta no se nota para nada la ausencia de azúcar, está muy rica. No deja de ser algo para comer de manera esporádica pero es agradable darse un capricho sin sufrir luego los remordimientos





Ingredientes:
150 gr. de harina
50 gr. de coco rallado
80 gr. de edulcorante en polvo a base de Stevia
220 gr. de leche desnatada
1 huevo
3 claras de huevo
1 sobre de preparado de flan sin azúcar
1 yogur griego
1 kg. de manzanas
Mermelada de melocotón (opcional)

Se pelan, y se parten todas las manzanas menos una que se reserva para poner en la superficie de la tarta.
Se vierten en el vaso de la thermomix todos los ingredientes menos la manzana reservada y la mermelada de melocotón. Se tritura a velocidad 7 durante 1min. 30 seg.

Se vierte la mezcla en un molde redondo desmontable y se cubre con la manzana reservada contada en gajos muy finos.
Hornear en horno precalentado a 220º durante unos 40- 45 min. hasta que esté dorada por la superficie.
Si se quiere dar algo de brillo diluir la mermelada en un poco de zumo, pincelar por la superficie de la tarta y gratinar durante 5 min.


Luego no digáis que no os cuido.


Tarta de queso y chocolate

La de hoy es una tarta para los amantes del chocolate.
Me encantan las tartas de queso tipo americanas: horneadas, bien cremosas y densas. Pues ésta es una tarta de ese tipo con el plus de que lleva chocolate y cualquier cosa que esté rica, con chocolate lo está más.
Como estoy rodeada de una legión de chocolateros, cada vez que preparo un postre para lo que sea, siempre me ponen como condición que sea de chocolate y en mi búsqueda por variar y que el postre no sea siempre igual terminé dando con ésta tarta.
Cada vez que copio una receta tomo la precaución de apuntar su autora o procedencia para nombrarla pero ésta vez no lo hice y no tengo muy claro si la saqué de alguna página en inglés o de algún blog español, así que si alguien reconoce ésta receta como suya que me lo diga y me perdone el despiste.




Ingredientes:
Para la base:
240 gr de galletas
40-50 gr de mantequilla derretida
Una cucharada de cacao en polvo

Para el relleno:
500 gr. de queso crema
300 gr. de leche condensada
3 huevos
Una pizca de sal
1 cucharadita de vainilla
180 gr de chocolate
70 gr. de chocolate blanco.




Para hacer la base triturar las galletas con la cucharada de cacao y agregarle la mantequilla fundida. Hacer una mezcla homogénea y cubrir con ésta pasta la base de un molde desmontable.

Para el relleno batimos suavemente el queso, cuando esté cremoso añadimos la leche condensada poco a poco y sin parar de batir. Cuando esté integrada, echamos los huevos de uno en uno, esperar a que se incorpore en la crema antes de añadir el siguiente.

Sin dejar de batir echar la pizca de sal y la vainilla. Por último los chocolates previamente derretidos.
Verter la mezcla sobre la base e introducir en el horno precalentado a 150º durante una hora. Apagar el horno SIN ABRIRLO en ningún momento. Dejar que el horno pierda temperatura con la tarta dentro, como mínimo debéis esperar dos horas antes de abrir la puerta del horno. Lo ideal es dejar la tarta reposar dentro del horno toda la noche y por la mañana meterla en la nevera para que enfríe del todo.

Muy rica pero sólo apta para los muy golosos.


Tortos con picadillo y cabrales

Aquí estoy otra vez, después de unos cuantos meses de desconexión total aparezco de nuevo para retomar mi actividad bloguera.

En éstos meses he tenido poco tiempo para dedicarle al blog pero he de decir que también estaba algo desmotivada y sin ganas de ponerme frente al ordenador a colgar recetas. Soy de las que piensan que las cosas hechas sin ganas terminan mal hechas y para hacer algo mal mejor no hacerlo.
Afortunadamente esa etapa ya pasó y regreso con energías renovadas. Espero encontrar tiempo para publicar como mínimo un par de veces a la semana, para visitar y comentar en  los diversos blogs que sigo.

Para la vuelta al cole, a la rutina y al trajín diario después de las vacaciones, nada mejor que un plato contundente que nos cargue de energía como el que os traigo hoy: los tortos.
Una receta tradicional asturiana que de unos años a ésta parte parece que se ha puesto de moda pero que hace algunos años era poco menos que imposible encontrárselo en la carta de ningún restaurante. Menos mal que nos hemos sacudido la tontería de encima y platos como éste recuperan su sitio.

Cuando empecé a ver la combinación picadillo con cabrales, me pareció una burrada que dos sabores tan fuertes pudieran casar bien pero la verdad es que lo hacen. Es una mezcla muy rica y hasta parece que la cremosidad de la salsa de queso ayuda a equilibrar la grasa del picadillo ¿quién lo diría?

Con las cantidades que os doy salen 6 tortos de tamaño medio. Si queréis que os salgan más, aumentar las cantidades proporcionalmente

Ingredientes:

250 gr de harina de maiz
125 ml de agua templada
1 cucharadita de sal
Aceite para freír

Echar la harina y la sal en un recipiente. Ir echando el agua poco a poco hasta conseguir una masa que no se pegue a los dedos y que se pueda trabajar bien. No esperéis una masa elástica ya que al no tener gluten la textura es más bien tirando a arenosa.
Formar una bola con la masa, dejarla en el bol y cubrir con un paño húmedo. Dejar reposar en la nevera, yo suelo dejarla un par de horas. También podéis dejarla de un día para otro.




Coger porciones de masa, hacer una bola con ellas, colocarlas sobre el trapo húmedo y doblándolo sobre la bola de masa aplastarla dando forma al torto. Freir en abundante aceite caliente hasta que se doren por ambos lados.



Como acompañamiento yo los serví con picadillo y una salsa hecha con 75 gr. de queso cabrales y 200 ml de nata. La próxima vez aumentaré la cantidad de queso porque pecaba de suave.

Chocolate layer cake

O lo que es lo mismo tarta de chocolate a capas pero como suena muchísimo mejor el nombre en inglés lo dejamos así.

Llevo un retraso considerable en la publicación de recetas, con deciros que ésta tarta la hice en Semana Santa, creo que ya os lo digo todo.

Este tipo de tartas me tiene enamorada desde hace ya tiempo. Se me cae la baba cuando las veo altas, con un montón de capas todas iguales y con la cobertura lisa y perfecta.
Luego miraba mi tarta y me decía: "Susanina ¿dónde vas con ésto?".

Pero todas las pegas que le ponía a mi layer cake de aficionada se me olvidaron al primer bocado, está mal que yo lo diga, pero estaba tremenda.
Y no fui la única que opinó así,  hubo quien la comió, la cenó y la desayunó. Y ésta vez, lamentablemente para él, no fue mi marido.

Para la cobertura y el relleno de la tarta usé una cheese cream de chocolate y nutella, la receta la tenéis  aquí, y el bizcocho de chocolate fue un experimento que mezclaba varias recetas y que afortunadamente salió bien.

Como no fui capaz de dejar la cobertura lisa y perfecta la dejé así más "rústica"

 Yo preparé la masa del bizcocho con thermomix pero se puede hacer perfectamente con cualquier batidora.

Ingredientes para el bizcocho:

4 huevos
200 gr. de azúcar
200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr. de cacao en polvo
60 ml. de leche
60 ml. de crema de orujo
300 gr. de harina
1 sobre de levadura química

Echar los huevos y el azúcar en el vaso con la mariposa puesta, batir 5 min. V3- 1/2  37º. Retirar la mariposa, añadir la mantequilla y batir 1 min. 37º V3.
Añadir el cacao, la leche y el licor y batir 15 seg. V3.
Agregar la harina tamizada con la levadura y la sal, mezclar otros 15 seg. V3. Acabar de integrar con una espátula.
Verter la mezcla en un molde engrasado y llevar al horno precalentado a 180º unos 35-40 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
Esperar a que esté completamente frío para rellenarlo y cubrirlo con la crema, refrigerar unas horas para que se integre todo bien



Os pongo una foto del corte aunque no le haga justicia a la tarta. Ha sido mi primer layer cake y estoy segura de que no será el último



Tarta de piratas para Héctor

El pasado Abril fue el cumpleaños de Héctor o como mi hijo le llama "El Primín".
Cuando están juntos le dice: "El Primín ven conmigo", "El Primín vamos a jugar". Da igual cuantas veces le digamos que le llame por su nombre, que él sigue empeñado en llamarle El Primín, es de lo más cómico.

La última obsesión de Héctor a sus 4 añitos son los piratas, cualquier cosa que ve es un barco pirata y él es siempre Jack Sparrow.
En el parque el tobogán es un barco pirata, en la playa un montículo de arena es un barco pirata, en casa el sofá es un barco pirata... así hasta aburrir

A la hora de hacerle la tarta tenía muy claro que me la iban a pedir de piratas.
Por una parte sabía que si hacía algo muy tierno e infantil al cumpleañero no le iba a gustar, sólo tiene 4 años pero prefiere la cara más sanguinaria de los piratas aunque por otra parte la idea de hacer una tarta de temática más oscura para un peque no me seducía nada.
Así que me lie la manta a la cabeza, busqué dibujos por internet y salió esto.


Un pirata de cara redonda y ojos azules como el cumpleañero y un mapa del tesoro clavado en una daga con puño de calavera sobre un fondo del color del mar. Por la cara que puso "El Primín" yo creo que acerté de lleno.



La tarta era un bizcocho de chocolate, relleno de SMBC de fresa y bañado con almíbar de vainilla. Para preparar el SMBC en lugar de mermelada, utilicé sirope de fresa lo que le dió un sabor intenso y riquísimo.  Os dejo una foto del corte, que ésta vez si hay.


Galletas para los padrinos

Aquí está de nuevo la desaparecida.

¿No os pasa nunca que vais dejando una cosa sin hacer un día, otro día, otro día... y que cuantos más días pasan más pereza te da ponerte a ello? Pues eso me ha pasado a mí últimamente con el blog, estoy pasando por una fase vaga, seguramente el motivo sea éste asco de tiempo que estamos teniendo, ya lo sé no había llovido casi nada en todo el invierno y necesitábamos el agua pero ya era hora de que cerraran el grifo.
Me estaban empezando a salir escamas y creo notar un asomo de branquias cada vez que me miro al espejo. De ahí a tener a unos japoneses persiguiéndome con un arpón hay un paso.

El caso es que tengo varias cosas pendientes y si sigo con ésta galbana me da el verano sin publicar el detalle que les hice a los padrinos de mi hijo y a la madrina de mi marido para el domingo de Ramos.



Son las primeras galletas que hago sóla desde el curso que hice con Isabel y están, como veis, muuuuy mejorables. Si os preguntáis porque hay tan pocas os lo diré, me quedé corta en la preparación de la glasa y la cantidad que hice dio para lo que veis ahí. Fallos de principiante, seguro que la próxima vez me sobrará glasa como para pintar la cocina, como si lo viera...
Espero que os gusten y perdonéis los fallos que tienen.
A ver si a partir de ahora me sacudo la pereza, me pongo las pilas, publico más a menudo y os visito como os merecéis.


Tarta de limón y dulce de leche

Por fín vuelvo a la normalidad, después de la agotadora Semana Santa y unos días de absoluto caos de cajas, juguetes y dibujos animados chillones en el almacén de la tienda.
Que descanso la vuelta al cole y eso que mi hijo se porta bien cuando se queda conmigo en la tienda pero entre pinturas, coches, balones, barcos piratas y demás, ésto parecía la sección de juguetes del corte inglés después del paso de un huracán.

Estos días no he podido visitaros tanto como me gustaría pero es que no he parado en casa aunque supongo que no seré la única.

Hoy os traigo la tarta que preparé para mi cena de cumpleaños, ya va a hacer un mes, voy ligeramente atrasada colgando recetas, que desastre...

Una mousse de lemon curd sobre una base de masa quebrada aunque también podéis usar la típica base de galletas y mantequilla o una base de bizcocho, eso ya va en gustos.
He descubierto hace poco el lemon curd y me encanta, lo recomiendo a cualquiera que no lo haya probado. Intenté hacerlo casero pero resultó un desastre, sabía a óxido. Aunque ya he recibido consejos para que no me vuelva a pasar y la próxima vez que me anime a prepararlo si sale como es debido os lo enseñaré.




Ingredientes:
300 gr. de lemon curd
100 ml de leche
6 hojas de gelatina
400 ml de nata para montar
4 claras pasteurizadas
150 gr. de azúcar
Dulce de leche
Una plancha de masa quebrada

Recortar un trozo de masa quebrada del tamaño del molde o aro que vayamos a utilizar, pinchar para que no infle o ponerle un peso encima y hornear en horno precalentado a 180 durante unos 20-25 minutos hasta que se vea dorada. Reservar.

Remojar las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten. Mientras tanto poner a calentar la leche, cuando empiece a hervir apartar del fuego y disolver la gelatina hidratada en ella. Añadir el lemon curd y remover hasta que se integre todo. Dejar templar.

Montar la nata con el azúcar y montar las claras a punto de nieve. Mezclar las dos cosas con la crema de limón relizando movimientos suaves y envolventes. Primero la nata montada y después las claras.

Para el montaje de la tarta la base debe haber enfriado por completo. Colocarla en el fondo del molde, repartir una capa de dulce de leche sobre la base. Verter encima la mezcla cremosa de limón y llevar al frigorífico hasta que cuaje por completo, como mínimo unas cuatro horas.

Para la foto serví una porción con sirope de fresa pero os aseguro que sin él la tarta también está buenísima.

Aunque tarde os invito a un trocito de mi tarta espero que os guste.



Batido de fresas, naranja y aloe vera

Estamos en plena temporada de fresas una de las frutas más ricas y que en casa más nos gustan.

En batido, con nata, con zumo de naranja, con unas gotitas de vinagre y azúcar, solas o de cualquier manera que se os ocurra es una manera dulce y riquísima de incluir fruta en  nuestra dieta.

A los beneficios saludables de la fresa les he añadido un aporte más de salud, el zumo de aloe vera puro Barunu.
 De todos es sabido lo buenísimo que es el aloe vera en nuestra piel, lo que quizá no conocemos tanto son todos los beneficios que nos puede proporcionar si lo incorporamos a nuestra dieta.
Refuerza el sistema inmunológico, combate la acidez estomacal y las molestias producidas por úlceras, regula la tensión arterial, es rico en vitaminas y minerales, funciona como laxante, antibactericida...en fin múltiples beneficios de los que os podéis informar ampliamente en ésta página  http://zumoaloevera.wordpress.com/  y también en su página de facebook: zumo de aloe vera barunu.

Existen dos versiones del zumo: natural con un  99.5% de aloe vera puro y con miel con un 90% . Para éste batido de fresas yo he utilizado la versión con miel lo que le ha dado un toque muy rico.



Un desayuno rico y sano, perfecto para encarar los días primaverales con ánimo y energía.




Ingredientes:
150 gr de fresa
el zumo de media naranja
1 yogur natural desnatado
200 ml. de leche desnatada
120 ml. de zumo de aloe vera Barunu con miel
Azúcar o edulcorante al gusto

Batir todos los ingredientes hasta obtener una consistencia cremosa en la que no se noten trocitos de fresa. Tomar lo antes posible que, como decían las abuelas, se le van las vitaminas.





En los últimos días algunas de vosotras me habéis hecho el honor de haber pensado en mí para otorgarme alguno de esos premios que van en cadena, lo agradezco muchísimo y lo siento porque tengo la costumbre de no seguir esas cosas. De todas maneras muchísimas gracias de nuevo, me siento muy halagada.

Bundt cake de vainilla y crema batida

La primera vez que vi un bundt cake me quedé impresionada por el maravilloso molde en el que estaba hecho y la forma tan preciosa y perfecta que le daba al bizcocho.

Desde ese día deseé uno de esos moldes como una posesa y le dí tanto la vara a mi sufrido marido que terminó sucumbiendo y regalándomelo para mi cumple. Ya sabéis, el que la sigue la consigue...

Mirad qué preciosidad


La "culpable"  de mi enamoramiento con éste tipo de moldes y de bizcochos fue Bea.
A través de su página conocí la historia de éstos bizcochos y el origen de los moldes de Nordicware; además tiene un post con consejos muy buenos para hacer el perfecto bundt cake.

A la hora de estrenar mi maravilloso molde la receta no podía ser de otra persona y ,como ella recomienda, seguí sus instrucciones punto por punto para que me saliera perfecto y así fue. Muchísimas gracias Bea, nos encantó

Escogí ésta receta porque en vez de utilizar mantequilla, utiliza nata montada y me parecía que le iba a dar un toque muy rico a la receta.

También usé otro de los regalos, la pasta de vainilla de Madagascar de Nielsen Massey que podéis encontrar aquí.

Preparé la mezcla con el accesorio de varillas de la amasadora aunque supongo que se puede preparar con la batidora o con la thermomix.


Ingredientes:
200 gr. harina
50 gr. maizena
2 cucharaditas de levadura Royal
3/4 cucharadita sal
285 ml. nata líquida para montar bien fría
3 huevos XL
200 gr. azúcar
2 cucharaditas de pasta de vainilla

Precalentar el horno a 175º.
Engrasar el molde con mantequilla o pincelarlo con aceite.
Tamizar la harina, harina de maíz, polvo de hornear, sal y reservar.
Montar la nata líquida y reservar
Batir los huevos a velocidad media-alta durante 3 minutos. Ir añadiendo el azúcar poco a poco,para que se integre con los huevos, la mezcla se airee y doble su volumen, éste proceso dura unos cinco minutos.  Cuando quede 1 minuto para acabar, añadir la vainilla.
Incorporar la mezcla de la harina a los huevos batidos en tres veces. Justo cuando no queden restos de harina, añadiremos la nata montada, también en tres veces hasta que esté bien integrada.
Verter la mezcla en el molde. Con la ayuda de una espátula verificar que no quedan burbujas de aire y que la masa ha entrado por todas las rendijas del molde.
Alisar la superficie. Meter en el horno y hornear entre 35-45 minutos aproximadamente, hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio.


Dejar enfriar en el molde sobre una rejilla 10 minutos. Después de ese tiempo desmoldar sobre una rejilla y dejar enfriar completamente.

Y sale ésta maravilla, que es precioso se mire por donde se mire y que además está buenísimo


Flan cremoso de queso y fresas

El pasado día 14 fue mi cumpleaños y he recibido un montón de cosas con las que estoy como loca de contenta. Os enseño la foto para que se os pongan los dientes largos. Ahí está mi maravilloso molde para bundt de Nordicware que por supuesto ya he estrenado, lo veréis pronto.



La tarta de mi cumpleaños tuvo que esperar al fin de semana que es cuando tengo tiempo, pero en mi día no me quería quedar sin algo dulce para celebrar que ya he pasado el ecuador de la treintena, si es que eso merece una celebración...

Con unas fresas que tenía que utilizar cuanto antes, preparé este postre.
Hecho en la thermomix con sobres de cuajada se hace en un momento y queda un postre muy cremoso y muy rico.



Ingredientes:
200 gr. de fresas
200 gr. de queso crema
300 ml. de nata líquida
500 ml. de leche
150 gr. de azúcar
3 sobres de cuajada

Triturar las fresas hasta obtener un puré fino. Echar en el vaso de la thermomix todos los ingredientes y programar 90º V4 10 minutos.
Repartir la crema en vasitos o flaneras individuales y enfríar hasta que cuaje.



Más fácil imposible.


Tarta mousse de tiramisú

Estos últimos días han sido un poco caóticos, se han juntado varias cosas: estoy hasta arriba de trabajo ( y lo que me queda...), el peque ha estado pachucho de las anginas y yo estoy empezando ya con mi maravillosa alergia primaveral.


 Del trabajo no me quejo, faltaría más, las anginas de Lucas son gajes del oficio y mi alergia... bueno, algún defecto tenía que tener ¿no?

El caso es que éstos días no he tenido tiempo de pasarme por vuestras cocinas y ver las cosas ricas que habéis puesto últimamente, os pido mil disculpas y espero encontrar hueco para comentar vuestras maravillas más a menudo.

La receta de hoy es el postre italiano más famoso, el tiramisú. ¿Quién no ha probado alguna vez ésta cremosa combinación de mascarpone, bizcochos y café?





A mí me encanta pero he de reconocer que lo preparo poco porque siempre hay cosas nuevas que me tienta probar y así subir la receta al blog. Al final lo que me pasa es que uno de mis postres favoritos está sin publicar y eso no puede ser. Aunque lo he hecho en forma de tarta el sabor es el mismo que el tiramisú tradicional

El tiramisú es un postre que según dice la leyenda más extendida tiene su origen a mediados del siglo XX en la zona del Véneto y se cuenta que nació en los prostíbulos, como la puttanesca. Yo juraría que a los prostíbulos se va a otra cosa pero en fín...quizá Berlusconi lo que hacía era tomar clases de cocina y la opinión pública enseguida se puso a pensar maldades jajaja.




Ingredientes:
250 gr de mascarpone
200 ml de nata montada
3 claras de huevo
150 gr. de azucar
Un paquete de bizcochos de soletilla
250 ml de café sólo
Un chorrito de amaretto
6 hojas de gelatina
50 ml de leche.

Poner la gelatina a hidratar en agua fría. Mientras tanto batir las claras a punto de nieve con una pizquita de sal. Montar la nata y reservar.
En un cazo poner a calentar la leche, cuando esté caliente disolver en ella las hojas de gelatina. Dejar templar y añadir al mascarpone y mezclar bien.
A la crema de mascarpone añadir la nata montada, removiendo con cuidado de que no se baje y luego añadir las claras montadas con movimientos envolventes.
Para el montaje de la tarta disponer en la base de un molde desmontable una capa de bizcochos, remojarlos con el café al que se habrá añadido el amaretto. Echar una capa de crema, cubrir con bizcochos, remojarlos de nuevo y cubrir con la crema restante.
Refrigerar unas horas hasta que cuaje y desmoldar.
Una vez desmoldada yo le eché chocolate de cobertura fundido aunque también se puede espolvorear cacao en polvo.


Macarrones con salsa de tomate, queso y albahaca.

Una receta de pasta muy rápida y sencilla con ingredientes de ésta orilla del mediterráneo y con el gusto a Italia que le da la albahaca.

Nunca utilizo albahaca seca porque no da el mismo sabor que la fresca ni de lejos. Lo ideal sería tener en casa unas macetitas con las hierbas que más me gusten y así poder cogerlas frescas de la planta según las vaya necesitando pero cada uno tiene que saber sus limitaciones y yo sé que soy una pésima jardinera.
No hay planta que entre en mi casa que no termine al poco tiempo pidiendo la extremaunción.

Como soy tan desastre recurro a comprar hojas frescas pero no siempre las encuentro así que suelo tener en el congelador cubitos de pasta de albahaca para añadir directamente a las salsas.



Para preparar la salsa he usado passata porque tiene menos agua que el tomate triturado convencional, aunque si no la encontráis podéis usar el triturado.


Ingredientes:
80 gr de taquitos de jamón
300 ml. de passata
1 cucharadita de pasta de albahaca (4 o 5 hojas  troceadas)
1 cucharada generosa de queso crema
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Pasta al gusto cocida

Ponemos la pasta a cocer y mientras tanto en una sartén ponemos a calentar una cucharada de aceite, echamos el jamón y cuando empiece a tomar color agregamos el tomate, dejamos reducir un poco, , añadimos el queso crema removemos para que se integre en la salsa, salpimentamos y por último echamos la albahaca. Añadimos la pasta cocida y escurrida, removemos para que la salsa se reparta bien y servir.



Tarta de enamorados


Aaaah el amor en la adolescencia, ese sentimiento que atonta e idiotiza hasta perder de vista la realidad y la razón. Pero es una fase por la que pasamos todos y que es parte de la formación de los adultos que seremos.

Esta tarta es el regalo que un enamorado le hizo a su novia en el primer cumpleaños que celebraban juntos.  Por lo cerca que estaba la fecha en cuestión de San Valentín y por el enamoramiento que supura la parejita  el tema de los corazones me pareció perfecto para la ocasión, lástima que la homenajeada no llegase ni a probarla aunque le gustó mucho, por lo menos visualmente.

Como está horneada en un molde pequeño ( 15 cm.) me atreví a hacerla de dos pisos, el piso de abajo es un bizcocho de vainilla bañado con almíbar de naranja y relleno de dulce de leche y SMBC de plátano.
El bizcochito en forma de corazón es el mismo que el de abajo y está relleno de nutella.






Mi spanakopita

El plato de hoy es una receta griega tradicional: la spanakopita o lo que es lo mismo una tarta salada de espinacas, la prima helena de nuestra empanada.

Grecia es un país que me atrae enormemente, hace unos años tenía un viaje preparado pero una apendicitis traicionera me dejó tirada en casa. Quizá en un futuro, espero no muy lejano, las cosas en el país se estabilicen y pueda quitarme esa espinita.

Como ésta versión se sale de los cánones al añadir bacon la he llamado "mi spanakopita", era la primera vez que la preparaba y el resultado no ha podido ser mejor, le ha gustado incluso a mi marido, que no come verduras ni por asomo.



Ingredientes:
200 gr de espinacas congeladas
200 gr. de queso feta
100 gr. de parmesano rallado
40 gr. de pizcas de bacon (utilizo de la marca argal porque no tienen nada de blanco)
1 cebolla pequeña
1 cucharadita de eneldo
1 huevo
Aceite oliva
Un paquete de pasta filo

Picar la cebolla muy menuda, pocharla en una sartén con aceite hasta que empiece a tomar color. Añadir el bacon y las espinacas descongeladas y escurridas (si se utilizan espinacas frescas escaldarlas durante un par de minutos en agua hirviendo) saltear unos minutos y retirar del fuego.
En un bol grande desmenuzar el feta, echar el eneldo, el parmesano y el huevo batido, a esta mezcla agregar las espinacas salteadas, mezclar bien  y reservar.
Ir sacando las hojas de pasta filo una por una y forrar el molde con la mitad de ellas (mi paquete traía 10)
Extender una hoja, pincelar con aceite de oliva, colocar la siguiente y así sucesivamente. Verter el relleno y colocar el resto de las hojas de pasta siguiendo el mismo procedimiento. Enrollar los bordes para que se cierren.

Introducir en el horno precalentado a 180º durante una hora, hasta que la superficie se vea dorada.
Cortar en porciones y ya podéis disfrutar de un poquito de Grecia en casa

 En la spanakopita tradicional se practican unos cortes en la capa superior de hojas de pasta filo para marcar las raciones, yo no lo hice porque tenía miedo de cargármela. Cuando la repita a ver si me atrevo...


Gratinado de berenjena y gambas a los tres quesos

Seguimos con la ola de frío,no me quejo porque la verdad es que me encanta el invierno a pesar de que tengo alergia al frío. Eso sí, bien abrigadita viendo llover y nevar a buen recaudo.

Estos días invernales nada puede apetecer más que quedarse en casita dándole trabajo al horno y cuando llegue la factura de la luz, que sea lo que dios quiera...
No sé si también os pasa pero yo siempre que me meto a trastear en la cocina termino siempre abriendo la nevera cogiendo cuatro cosas de aquí y de allá y experimentando a ver que sale.
 Aunque a veces los experimentos no son todo lo bien que quisiera, otras veces salen platos que merecen la pena y que se quedan en mi casa como fijos, éste es uno de ellos.

Con una berenjena que tenía aburrida en la nevera y algunos restos de varios quesos, en vez de hacer la típica berenjena rellena se me ocurrió preparar éstas cazuelitas gratinadas y he de decir que aunque nunca había combinado en un mismo plato queso azul y gambas la mezcla me ha gustado mucho.


Ingredientes:
1 berenjena
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
150 gr. de gambas peladas
Aceite de oliva
Sal y pimienta
50 ml. de vino blanco
2 quesitos
100 gr de queso crema
25 gr. de queso azul
2 cucharadas de leche

Partir la berenjena en dos, espolvorear con abundante sal y dejar actúar unos 20 minutos para que suelte todo el amargor. Aclarar abundantemente para retirar el exceso de sal, pelar y cortar la berenjena en pequeños cuadrados.
Picar la cebolla y el ajo  muy menudo, poner a pochar en una sarten con aceite caliente, sofreir hasta que esté la cebolla tierna y empiece a tomar color.
Echar la berenjena, saltear unos minutos hasta que tome el color del sofrito, añadir el vino blanco y las colas de gambas troceadas. Cocer unos minutos para que evapore el alcohol.
En un bol echar los quesos y la leche, mezclar con un tenedor hasta obtener una crema más o menos homogénea.
Echar el salteado de berenjena y gambas en una cazuela, cubrir con la mezcla de quesos y meter en el horno a gratinar hasta que se forme una costra dorada y apetitosa.

Chocolate Guinness cake

La receta de hoy es la archiconocida tarta de chocolate y Guinness de la famosísima Nigella Lawson.

Lo de ésta mujer es alucinante, empezó como crítica gastronómica y ha terminado editando casi una decena de libros, cocinando en Downing Street, teniendo su propia línea de menaje y siendo poco menos que un mito erótico por la sensualidad que desprende en sus programas de televisión.

Viéndola cualquiera diría que ya pasa de los 50. Si su secreto son sus platos, me apunto ya mismo jajaja.

La tarta combina la humedad que le da la cerveza con el sabor del chocolate, el resultado es un intenso gusto a chocolate con un toque diferente y sútil de la cerveza.
Le tenía un poco de miedo pero he de reconocer que me ha gustado mucho, recién hecha es una especie de bizcocho suave y esponjoso pero con el reposo y el paso de las horas la tarta se asienta y se intensifica el sabor a chocolate.
Eso sí, la próxima vez haré la mitad de la receta porque salieron un montón de cupcakes y dos mini-tartas, una burrada...

He modificado un poco la cobertura con respecto a la receta original, en vez de queso crema he utilizado mascarpone y he aumentado la cantidad de nata que en la receta original era de 125 ml.



Aquí están algunos de los cupcakes sin cubrir, gracias a la cerveza y al bicarbonato suben un montón.



Ingredientes:
Para el pastel:
250 ml de cerveza Guinness
250 gr. de mantequilla ablandada
75 gr. de cacao
400 gr. de azúcar
140 ml. de creme fraiche
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
250 gr. de harina
2 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato

Para la cobertura:
300 gr. de mascarpone
150 gr. de azúcar glas
300 ml. de nata para montar

Poner a calentar la cerveza en un cazo sin dejar que hierva, fundir la mantequilla en ella y reservar.
En un bol grande mezclar el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato.
En otro bol batir los huevos con la vainilla y la creme fraiche hasta obtener una mezcla homogénea, agregar ésta mezcla a la cerveza con mantequilla.
Añadir ésta preparación a la mezcla de los ingredientes secos y mezclar bien hasta que no queden grumos.

Verter en un molde y hornear en horno precalentado a 180º  entre 45-60 minutos, en éste caso yo lo hice en moldes de cupcakes y estuvieron en el horno unos 35-45 minutos, más o menos. Ya sabéis que cada horno es un mundo y que el mejor método para saber cuando ésta listo es pincharlo con un palillo.


Para la cobertura batir el queso con el azúcar, por otro lado montar la nata. Unir las dos preparaciones con movimientos suaves y envolventes.
Refrigerar para que tome cuerpo y verter sobre la tarta completamente fría.




 ¿Hace una pinta?



 Aquí está la mini tarta que salió, con la crema simulando la espuma de la cerveza.

Pulpo con patatas (FC)

Parece que nos ha llegado el frío de pronto y cuando eso sucede nos suelen apetecer más platos de cuchara y volvemos a los guisos más tradicionales.

Uno de los platos más típicos de Gijón es el pulpín de pedreru con patatines que figura como especialidad semanal en gran parte de los restaurantes de la ciudad.

 En éste caso la preparación es prácticamente la misma que la tradicional  pero como utilizo una bandeja de pulpo congelado en vez de uno fresco de pedrero, no lo llamaré pulpín con patatines para no ser sacrílega

Muy rico y perfecto para entonar el estómago.



Ingredientes:
1 bandeja de pulpo congelado (300 gr.)
1 cebolla grande
1/2 pimiento verde
2 dientes de ajo
4 o 5 patatas de buen tamaño
1 cucharada de pimentón
100 ml. de vino blanco
Aceite de oliva
Sal

Cubrir el fondo de la cubeta de la FC con aceite de oliva, programar menú manual 170º 15 minutos. Cuando el aceite esté caliente añadir los dientes de ajo picaditos y cuando empiece a calentar agregar la cebolla y el pimiento finamente picados.
Sofreír hasta que tome color y anular el menú.
Añadir el pulpo, las patatas en trozos,la sal, el pimentón y el vino. Cerrar y programar menú guiso, dejar despresurizar sola y servir


Curso de galletas decoradas

Este domingo tuve el gustazo de asistir a uno de los cursos de galletas decoradas que imparte Isabel de Aliter Dulcia.
Ella es un cielo, su marido un encanto que recibió la invasión en su casa con una sonrisa e incluso actúo de fotógrafo y el peque de la casa es para comérselo, hasta salió a recibirnos cuando llegamos.

Fueron 4 horas de curso que pasaron volando, entre la charla, los riquísimos cupcakes  y las galletas para comer y para decorar.

Compartí el curso con otras cinco "galleteras": Tania, Yaiza, Lorena, Alejandra e Isabel que es toda una artista y tiene su própia página de porcelana decorada os recomiendo que visitéis su web tiene verdaderas maravillas. Un beso a todas chicas, me lo pasé muy bien.

No me enrollo más y os enseño mis galletas tienen todos los fallos del mundo pero ahora que ya conozco la técnica espero ir mejorando.

Aquí están todas en su cajita guardadas a buen recaudo de las zarpas golosas que hay en mi casa.


A ésta le añadí un poco de purpurina comestible aunque en la foto no se aprecie


Una carta de amor que se llevo algún golpe en la saca del cartero


 Esta es la que menos me gustó como quedó

Las bolitas son estupendas para tapar fallos...

El dibujo un poco asimétrico pero ésta es mi favorita


La intención era hacer una Torre Eiffel aunque se quedó en antena de telefonía, de lo más romántico ¿verdad? jajaja

Una experiencia genial y ya tengo ganas de meterme en harina (nunca mejor dicho) y empezar a aplicar lo aprendido.
Muchas gracias Isabel