Hace unas semanas fue el cumpleaños de mi madre y además del regalo quise hacerle un bizcocho que es una de esas cosas que le gustan mucho pero nunca hace porque en casa sólo lo come ella, aunque luego mi padre siempre termina comiendo un trocito.
Me decidí por este bizcocho hecho con harina de maíz amarilla, la misma que utilizamos para los tortos, queda compacto pero muy jugoso.
Es un bizcocho típicamente asturiano y os animo a que lo hagáis si podeis conseguir este tipo de harina porque es delicioso. La harina y el toque de anís le dan un sabor muy especial.
Si no os gusta el sabor que da el anís podéis suprimirlo añadiendo 50 ml más de leche y agregar el aromatizante que más os guste: canela, ralladura de naranja o de limón, un poco de vainilla... las opciones son muchas.
Además si tenéis en la familia o conocéis algún celíaco seguro que este bizcocho les encanta ya que, si utilizamos un gasificante como el de mercadona, es completamente apto para ellos.
No tengo fotos del corte porque como ya os dije era para regalar.
Ingredientes:
5 huevos
150 ml leche
50 ml anís
250 gr azúcar y un poco más para espolvorear por encima
200 gr aceite de girasol
300 gr de harina de maíz
1 pizca de sal
2 ctas Royal o una dosis de gasificante para repostería (el sobre blanco y el morado)
Blanquear los huevos con el azúcar, ir añadiendo el aceite poco a poco, agregar la leche y el anís. Tamizar la harina con la levadura y la sal, echarlo sobre la mezcla de líquidos y mezclar bien hasta que se integre todo.
Verter en el molde y espolvorear de azúcar la superficie para que se forme una costra dulce, meter en el horno precalentado a 180º y hornear durante unos 45 minutos.
Os aconsejo no prescindir del paso del tamizado de la harina porque la textura del bizcocho cambia completamente.
Cocer y cantar
Tarta para baby shower
De un tiempo a esta parte se ha hecho habitual que se celebren este tipo de fiestas para celebrar la llegada de un bebé, se entregan regalos para el nuevo miembro de la familia, se agasaja a la futura mami con una pequeña fiesta y por supuesto, como en toda fiesta que se precie, tiene que haber tarta.
En mi trabajo tengo de vecinas a las chicas de un centro de estética y peluquería, Mi Favorita, ellas son las que me dejan un poquito presentable, trabajo duro donde los haya.
Una de sus amigas va a tener un bebé pronto y me encargaron una tarta con un par de pistas sobre los gustos de la futura mamá: le gusta el leopardo y las calaveras, y el peque se va a llamar Tristán.
Dándole vueltas para hacer casar los gustos de la mami con la temática bebé salió esto, por lo que tengo entendido les gustó y me alegro de ello.
Es la primera vez que me atrevo a modelar una figura y estoy satisfecha con el resultado aunque claro está que me queda mucho por mejorar.
Aunque no se vean bien del todo, me encantan los piececitos
Era un bizcocho de vainilla bañado con almíbar de vainilla y relleno de una buttercream de mascarpone y chocolate.
Como podéis ver he hecho algunos cambios en el blog, espero que os gusten.
En mi trabajo tengo de vecinas a las chicas de un centro de estética y peluquería, Mi Favorita, ellas son las que me dejan un poquito presentable, trabajo duro donde los haya.
Una de sus amigas va a tener un bebé pronto y me encargaron una tarta con un par de pistas sobre los gustos de la futura mamá: le gusta el leopardo y las calaveras, y el peque se va a llamar Tristán.
Dándole vueltas para hacer casar los gustos de la mami con la temática bebé salió esto, por lo que tengo entendido les gustó y me alegro de ello.
Es la primera vez que me atrevo a modelar una figura y estoy satisfecha con el resultado aunque claro está que me queda mucho por mejorar.
Aunque no se vean bien del todo, me encantan los piececitos
Era un bizcocho de vainilla bañado con almíbar de vainilla y relleno de una buttercream de mascarpone y chocolate.
Como podéis ver he hecho algunos cambios en el blog, espero que os gusten.
Tarta Iron Man
Un año más aquí está la tarta de cumpleaños de mi hijo, ya son seis años y nos hemos metido de lleno en la edad de los superhéroes, esa "fantástica" época donde lo más gracioso del mundo es hablar de pedos, de caca y lindezas semejantes, jugar a pelear como las tortugas ninja, pintarse la cara de Batman, pelearse por mandar a toda costa, en fin... niños de 6 años
Cuando le pregunte de qué quería la tarta me esperaba lo peor, por esa boquita empezaron a salir nombres de todo tipo de héroes, mutantes, monstruos y demás bichos que no me apetecía ni un pelo hacer. Entre sus películas favoritas está la saga de Harry Potter y las películas de Iron Man, esta última opción la vi más fácil para mí asi que utilicé mis superpoderes de madre y poco a poco logré convencerle de que este año quería una tarta de Iron Man, y sin tener que recurrir ni al chantaje ni a la hipnosis, es que manipulando no tengo precio.
No quería hacerla muy grande porque al final los niños nunca la comen así que me centré en la máscara y este fue el resultado.
Recorté los bordes del bizcocho para darle un aspecto más rectangular simulando la máscara y con los recortes del bizcocho y un poco de la crema de relleno le di forma a la mini tarta en la que pusimos la vela y el nombre del peque.
La receta para el bizcocho la saqué de este libro, un regalo de Reyes con el que estoy encantada.
Es el pastel de fudge de chocolate, un bizcocho muy rico y jugoso que seguro repetiré.
Ingredientes:
150 ml de aceite de girasol
175 gr de harina con levadura
25 gr de cacao en polvo
1 cta. de levadura
150 gr de azúcar moreno
3 cucharadas de golden syrup (si no lo tenéis lo podéis sustituir por miel, le dará al bizcocho un toque de sabor muy rico)
2 huevos
150 ml de leche
Tamizar la harina con el cacao y la levadura. calentar ligeramente el golden syrup hasta que se fluidifique un poco y dejar que se temple.
Mientras tanto batir los huevos, el aceite y la leche hasta obtener una mezcla blanquecina y cremosa, agregar ésta mezcla a la de harina tamizada removiendo a fondo para integrarlo todo bien, incorporar lentamente el jarabe y verter en un molde engrasado y con la base cubierta con papel de hornear.
Introducir en el horno previamente precalentado a 180º y hornear aproximadamente unos 35-40 min., vigilar a partir de los 30 minutos y ir pinchándolo, cuando el palillo salga limpio, e bizcocho está listo.
Este es el aspecto del corte de la tarta:
El relleno era la socorrida crema de queso y nutella y el bizcocho lo bañé con almíbar de fresa, el sabor final era como de pastelito, muy rico.
Cuando le pregunte de qué quería la tarta me esperaba lo peor, por esa boquita empezaron a salir nombres de todo tipo de héroes, mutantes, monstruos y demás bichos que no me apetecía ni un pelo hacer. Entre sus películas favoritas está la saga de Harry Potter y las películas de Iron Man, esta última opción la vi más fácil para mí asi que utilicé mis superpoderes de madre y poco a poco logré convencerle de que este año quería una tarta de Iron Man, y sin tener que recurrir ni al chantaje ni a la hipnosis, es que manipulando no tengo precio.
No quería hacerla muy grande porque al final los niños nunca la comen así que me centré en la máscara y este fue el resultado.
Recorté los bordes del bizcocho para darle un aspecto más rectangular simulando la máscara y con los recortes del bizcocho y un poco de la crema de relleno le di forma a la mini tarta en la que pusimos la vela y el nombre del peque.
Es el pastel de fudge de chocolate, un bizcocho muy rico y jugoso que seguro repetiré.
Ingredientes:
150 ml de aceite de girasol
175 gr de harina con levadura
25 gr de cacao en polvo
1 cta. de levadura
150 gr de azúcar moreno
3 cucharadas de golden syrup (si no lo tenéis lo podéis sustituir por miel, le dará al bizcocho un toque de sabor muy rico)
2 huevos
150 ml de leche
Tamizar la harina con el cacao y la levadura. calentar ligeramente el golden syrup hasta que se fluidifique un poco y dejar que se temple.
Mientras tanto batir los huevos, el aceite y la leche hasta obtener una mezcla blanquecina y cremosa, agregar ésta mezcla a la de harina tamizada removiendo a fondo para integrarlo todo bien, incorporar lentamente el jarabe y verter en un molde engrasado y con la base cubierta con papel de hornear.
Introducir en el horno previamente precalentado a 180º y hornear aproximadamente unos 35-40 min., vigilar a partir de los 30 minutos y ir pinchándolo, cuando el palillo salga limpio, e bizcocho está listo.
Este es el aspecto del corte de la tarta:
El relleno era la socorrida crema de queso y nutella y el bizcocho lo bañé con almíbar de fresa, el sabor final era como de pastelito, muy rico.
Feliz Navidad
Hoy no os traigo una receta si no un deseo. Feliz Navidad a todos los que aún conserváis la paciencia de visitarme tras esa pantallita, también a los que llegáis aquí por primera vez. Para todos deseo que el 2014 nos traiga las alegrías y las buenas noticias que tanto nos merecemos ya y si no va a ser capaz de tratarnos mejor que su predecesor, por lo menos que no nos trate peor.
Un beso a todos y sed felices.
Un beso a todos y sed felices.
Cebolla caramelizada y dulce de tomate (Thermomix)
Se acercan las navidades y quien más quien menos tiene alguna reunión familiar en la que le toca preparar algo. El recurso de los canapés es muy fácil y socorrido y nos permite tener cosas preparadas con antelación para no tener que estar cocinando cuando ya ha llegado todo el mundo a casa, ese es el momento de quitarse el delantal, coger una copa y disfrutar de la reunión.
La receta de hoy es un dos por uno, dos confituras vegetales que se pueden tener listas con días de antelación, conservadas en la nevera y que no pueden ser más fáciles.
El dulce de tomate lo saqué del recetario canecositas una página con un montón de recetas hechas con thermomix que nos puede ayudar mucho.
La cebolla caramelizada es de esas recetas que anotas y luego no recuerdas el sitio ni el autor, quien la reconozca como suya que me perdone.
Ingredientes para el dulce de tomate:
1 lata grande de tomates enteros pelados
200 gr de azúcar (si lo queréis más ligero podéis sustituirlo por la cantidad equivalente de un edulcorante que no dé sabor, utilizo uno con stevia y en mi caso añado 85 gr.)
Pimienta negra
Cogemos los tomates de la lata uno a unos y los apretamos con la mano para que rompan y suelten el agua que tienen dentro. Los ponemos en el vaso de la thermomix, añadimos el azúcar y echamos pimienta negra al gusto, el toque ligeramente picante queda muy bien con el sabor dulce.
Trituramos a velocidad 5 unos segundos y luego programamos 20 minutos, temperatura Varoma, velocidad 2.
Echamos la mezcla en un tarro, dejamos enfríar y listo para usar en lo que más nos guste.
Ingredientes para la cebolla caramelizada:
3 cebollas grandes
50 gr. de vinagre de Módena
50 gr. de aceite de oliva virgen extra
50 gr. de azúcar moreno (lo mismo que en el caso anterior, yo utilizo 20 gr de edulcorante)
Pelar y cortar en cuartos las cebollas, echar en el vaso de la thermomix y trocear 2 segundos a velocidad 5.
Añadir el resto de ingredientes y programar 35 minutos, temperatura Varoma, velocidad cuchara.
Echar la mezcla en un tarro, dejar enfríar y listo.
Difícil ¿verdad? Las dos preparaciones quedan muy bien como acompañamiento de una carne, para darle un toque especial a una hamburguesa, para echar en una pizza... y lo que os enseño hoy: para poner en unas tartaletas, colocar encima un trocito de queso Brie y unos minutos antes de servir darle un golpe de gratinador para que el queso se dore un poquito. Riquísimo, probadlo ya veréis.
La receta de hoy es un dos por uno, dos confituras vegetales que se pueden tener listas con días de antelación, conservadas en la nevera y que no pueden ser más fáciles.
El dulce de tomate lo saqué del recetario canecositas una página con un montón de recetas hechas con thermomix que nos puede ayudar mucho.
La cebolla caramelizada es de esas recetas que anotas y luego no recuerdas el sitio ni el autor, quien la reconozca como suya que me perdone.
Ingredientes para el dulce de tomate:
1 lata grande de tomates enteros pelados
200 gr de azúcar (si lo queréis más ligero podéis sustituirlo por la cantidad equivalente de un edulcorante que no dé sabor, utilizo uno con stevia y en mi caso añado 85 gr.)
Pimienta negra
Cogemos los tomates de la lata uno a unos y los apretamos con la mano para que rompan y suelten el agua que tienen dentro. Los ponemos en el vaso de la thermomix, añadimos el azúcar y echamos pimienta negra al gusto, el toque ligeramente picante queda muy bien con el sabor dulce.
Trituramos a velocidad 5 unos segundos y luego programamos 20 minutos, temperatura Varoma, velocidad 2.
Echamos la mezcla en un tarro, dejamos enfríar y listo para usar en lo que más nos guste.
Ingredientes para la cebolla caramelizada:
3 cebollas grandes
50 gr. de vinagre de Módena
50 gr. de aceite de oliva virgen extra
50 gr. de azúcar moreno (lo mismo que en el caso anterior, yo utilizo 20 gr de edulcorante)
Pelar y cortar en cuartos las cebollas, echar en el vaso de la thermomix y trocear 2 segundos a velocidad 5.
Añadir el resto de ingredientes y programar 35 minutos, temperatura Varoma, velocidad cuchara.
Echar la mezcla en un tarro, dejar enfríar y listo.
Difícil ¿verdad? Las dos preparaciones quedan muy bien como acompañamiento de una carne, para darle un toque especial a una hamburguesa, para echar en una pizza... y lo que os enseño hoy: para poner en unas tartaletas, colocar encima un trocito de queso Brie y unos minutos antes de servir darle un golpe de gratinador para que el queso se dore un poquito. Riquísimo, probadlo ya veréis.
Cupcakes de caramelo y manzana verde.
He vuelto, después de...ufff no quiero ni pensar la cantidad de meses que llevo sin publicar. Vas dejando las cosas un día por otro, a la falta de tiempo se suma la pereza y cuando te das cuenta han volado unas cuantas hojas del calendario y recuerdas que tienes un blog muerto de la risa al que apenas le haces caso y eso si que no lo puedo permitir. Así que antes de que se acabe el 2013 retomo la actividad, no lo dejo como propósito de año nuevo porque todos sabemos que esos propósitos duran menos que las luces navideñas en las calles.
Al grano que es lo que importa, vuelvo con una receta de cupcakes riquísimos que preparé ya hace un tiempo son de caramelo con una crema de queso con manzana verde de sabor muy fresco.
Ingredientes para el bizcocho:
200 gr de harina
1 cucharadita y de levadura
3 huevos
120 ml leche
2 cucharadas de caramelo líquido o dulce de leche
200 gr de azúcar moreno
100 ml aceite de oliva suave o aceite de girasol
Batimos el aceite con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y más o menos homogénea, añadimos los huevos uno a uno esperando a que se integren en la mezcla antes de añadir el siguiente.
Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla y removemos para que se integre.
Por último echar la leche mezclada con el caramelo y remover de nuevo para mezclar bien.
Repartimos la masa en cápsulas y hornear durante unos 20-25 minutos en el horno precalentado a 180°. Para saber si están hechos pinchar con un palillo.
Ingredientes para la crema:
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 g de azúcar glas
125 g de queso cremoso que no sea light
1 cucharada generosa de pasta de manzana verde
Batimos la mantequilla con el azúcar tamizada cuando la mezcla se vea blanquecina añadimos el queso frío y el extracto de manzana, batimos primero a velocidad suave y vamos subiendo gradualmente hasta obtener una crema homogénea, hay que batir bien para que adquiera consistencia. Dejamos reposar mínimo media hora en la nevera para que coja un poco más de cuerpo y ya está lista para decorar nuestros cupcakes.
Los adorné con una florecita de fondant pero con lo ricos que están no les hace falta ningún adornito que los haga más llamativos.
Al grano que es lo que importa, vuelvo con una receta de cupcakes riquísimos que preparé ya hace un tiempo son de caramelo con una crema de queso con manzana verde de sabor muy fresco.
Ingredientes para el bizcocho:
200 gr de harina
1 cucharadita y de levadura
3 huevos
120 ml leche
2 cucharadas de caramelo líquido o dulce de leche
200 gr de azúcar moreno
100 ml aceite de oliva suave o aceite de girasol
Batimos el aceite con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y más o menos homogénea, añadimos los huevos uno a uno esperando a que se integren en la mezcla antes de añadir el siguiente.
Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla y removemos para que se integre.
Por último echar la leche mezclada con el caramelo y remover de nuevo para mezclar bien.
Repartimos la masa en cápsulas y hornear durante unos 20-25 minutos en el horno precalentado a 180°. Para saber si están hechos pinchar con un palillo.
Ingredientes para la crema:
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 g de azúcar glas
125 g de queso cremoso que no sea light
1 cucharada generosa de pasta de manzana verde
Batimos la mantequilla con el azúcar tamizada cuando la mezcla se vea blanquecina añadimos el queso frío y el extracto de manzana, batimos primero a velocidad suave y vamos subiendo gradualmente hasta obtener una crema homogénea, hay que batir bien para que adquiera consistencia. Dejamos reposar mínimo media hora en la nevera para que coja un poco más de cuerpo y ya está lista para decorar nuestros cupcakes.
Los adorné con una florecita de fondant pero con lo ricos que están no les hace falta ningún adornito que los haga más llamativos.
Tarta para Lucas
Voy más que retrasada colgando las recetas porque la tarta que os enseño hoy la hice en Enero para el cumpleaños de mi hijo.
Hay que ver a qué velocidad pasa el tiempo, todavía me parece ayer cuando en la nochevieja de 2007 comencé a sentir las molestias de parto y me fui al hospital para que viniera al mundo Lucas mi pequeño terremoto que nació en las primeras horas de 2008.
¡Cinco años ya! ¡Un lustro! Mi bebé se ha convertido en un niño parlanchín, cariñoso, inquieto, muy observador y con un punto cotilla divertidísimo.
Cuando va a llegar la fecha de su cumpleaños me tiro semanas preguntándole de qué temática quiere la tarta y siempre obtengo diferentes respuestas, éste año las más repetidas eran: una moto y Mario Bros.
Siempre me decanto por la opción más fácil y como la moto la vi complicada, me metí de lleno en el universo del videojuego de Mario y me puse a buscar ideas.
Llegó el día de hacer la tarta y con ella a la mitad a mi hijo se le ocurre la genial idea de cambiar a Mario por Doraemon.
Menos mal que para según que cosas soy muy poco dialogante así que ni Doraemon, ni leches, la tarta de Mario y punto pelota. Funcionó y se quedó encantado con su tarta, faltaría más
Lo siento por la cantidad de fotos y por la mala calidad, están hechas mientras los peques de la fiesta querían echar mano a todo lo veían en la tarta.
La tarta era un bizcocho de chocolate bañado con almíbar de vainilla y relleno de crema de chocolate blanco y mermelada de fresa.
Aquí tenéis un trocito, espero que os guste
Hay que ver a qué velocidad pasa el tiempo, todavía me parece ayer cuando en la nochevieja de 2007 comencé a sentir las molestias de parto y me fui al hospital para que viniera al mundo Lucas mi pequeño terremoto que nació en las primeras horas de 2008.
¡Cinco años ya! ¡Un lustro! Mi bebé se ha convertido en un niño parlanchín, cariñoso, inquieto, muy observador y con un punto cotilla divertidísimo.
Cuando va a llegar la fecha de su cumpleaños me tiro semanas preguntándole de qué temática quiere la tarta y siempre obtengo diferentes respuestas, éste año las más repetidas eran: una moto y Mario Bros.
Siempre me decanto por la opción más fácil y como la moto la vi complicada, me metí de lleno en el universo del videojuego de Mario y me puse a buscar ideas.
Llegó el día de hacer la tarta y con ella a la mitad a mi hijo se le ocurre la genial idea de cambiar a Mario por Doraemon.
Menos mal que para según que cosas soy muy poco dialogante así que ni Doraemon, ni leches, la tarta de Mario y punto pelota. Funcionó y se quedó encantado con su tarta, faltaría más
Lo siento por la cantidad de fotos y por la mala calidad, están hechas mientras los peques de la fiesta querían echar mano a todo lo veían en la tarta.
La tarta era un bizcocho de chocolate bañado con almíbar de vainilla y relleno de crema de chocolate blanco y mermelada de fresa.
Aquí tenéis un trocito, espero que os guste
Tarta marmol de queso y dos chocolates
Llevo mucho tiempo sin publicar, demasiado diría yo pero estoy completamente segura de que las que teneis un blog me entendeis, a veces harían falta días más largos para poder llegar a todo pero la realidad es que no es así. Tengo un montón de recetas pendientes y espero poco a poco ir retomando la actividad si mis tareas y la astenia primaveral no me lo impiden. Espero que sepáis perdonarme.
La tarta de hoy la hice en agosto del año pasado para el cumpleaños de una amiga, es increible como a veces las redes sociales vuelven a traer a tu vida a personas a las que habías perdido el rastro hace mucho tiempo. Ese es el caso, después de pasar juntas toda nuestra infancia en el colegio y coincidir juntas en el instituto el paso de los años nos separó y ahora casi 20 años después hemos retomado el contacto y he de decir que estoy encantada de volver a tener en mi vida a mis petardas favoritas. Por muchos kilómetros que nos separen sabemos que al otro lado de la pantalla tenemos una amiga.
La receta la he visto en un montón de páginas así que verdaderamente no sé a ciencia cierta quien es su autora así que si alguien reconoce ésta receta como suya que me perdone y me lo diga.
Hay quien para la base utiliza galletas oreo pero a mí no me gusta usarlas ya que se llevan todo el protagonismo por el sabor tan fuerte que le dan así que la preparo con una base de galletas maria, mantequilla y un poco de cacao soluble de los que tomamos para desayunar
Ingredientes:
150gr. de chocolate blanco
150gr. de chocolate con leche
300gr de queso crema
140gr. de azúcar
170gr. de yogur
1 cucharadita de extracto de vainilla
400 ml. de nata para montar
8 hojas de gelatina
100 ml. de leche
Para la base:
125 gr. de galletas
75 gr. de mantequilla derretida
1 cucharada de cacao soluble
Preparamos la base de la tarta triturando las galletas con la mantequilla derretida y el cacao, cubrimos el fondo del molde y compactamos bien. Reservar en la nevera.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Derretimos el chocolate blanco en un bol al baño maría, reservamos. Derretimos el chocolate de igual manera, reservamos.
Batimos el queso crema con el azúcar,cuando esté todo integrado añadimos la nata, el yogur y la vainilla hasta que se forme una crema suave y homogénea.
Calentar los 100 ml. de leche sin que llegue a hervir, añadir la gelatina y disolverla en la leche caliente apartada del fuego. Cuando temple agregar a la mezcla del queso.
Dividir la crema en dos partes iguales, a una echarle el chocolate blanco y a la otra el chocolate con leche.
Vertemos cucharadas de ambas mezclas sobre la base de la tarta y para finalizar remover ligeramente con un palillo de brocheta para hacer el efecto mármol en la tarta.
Dejar enfríar unas horas para que cuaje y servir bien fresquita.
El corte me podría haber quedado mejor pero lo importante es lo rica que estaba
La tarta de hoy la hice en agosto del año pasado para el cumpleaños de una amiga, es increible como a veces las redes sociales vuelven a traer a tu vida a personas a las que habías perdido el rastro hace mucho tiempo. Ese es el caso, después de pasar juntas toda nuestra infancia en el colegio y coincidir juntas en el instituto el paso de los años nos separó y ahora casi 20 años después hemos retomado el contacto y he de decir que estoy encantada de volver a tener en mi vida a mis petardas favoritas. Por muchos kilómetros que nos separen sabemos que al otro lado de la pantalla tenemos una amiga.
La receta la he visto en un montón de páginas así que verdaderamente no sé a ciencia cierta quien es su autora así que si alguien reconoce ésta receta como suya que me perdone y me lo diga.
Hay quien para la base utiliza galletas oreo pero a mí no me gusta usarlas ya que se llevan todo el protagonismo por el sabor tan fuerte que le dan así que la preparo con una base de galletas maria, mantequilla y un poco de cacao soluble de los que tomamos para desayunar
Ingredientes:
150gr. de chocolate blanco
150gr. de chocolate con leche
300gr de queso crema
140gr. de azúcar
170gr. de yogur
1 cucharadita de extracto de vainilla
400 ml. de nata para montar
8 hojas de gelatina
100 ml. de leche
Para la base:
125 gr. de galletas
75 gr. de mantequilla derretida
1 cucharada de cacao soluble
Preparamos la base de la tarta triturando las galletas con la mantequilla derretida y el cacao, cubrimos el fondo del molde y compactamos bien. Reservar en la nevera.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Derretimos el chocolate blanco en un bol al baño maría, reservamos. Derretimos el chocolate de igual manera, reservamos.
Batimos el queso crema con el azúcar,cuando esté todo integrado añadimos la nata, el yogur y la vainilla hasta que se forme una crema suave y homogénea.
Calentar los 100 ml. de leche sin que llegue a hervir, añadir la gelatina y disolverla en la leche caliente apartada del fuego. Cuando temple agregar a la mezcla del queso.
Dividir la crema en dos partes iguales, a una echarle el chocolate blanco y a la otra el chocolate con leche.
Vertemos cucharadas de ambas mezclas sobre la base de la tarta y para finalizar remover ligeramente con un palillo de brocheta para hacer el efecto mármol en la tarta.
Dejar enfríar unas horas para que cuaje y servir bien fresquita.
El corte me podría haber quedado mejor pero lo importante es lo rica que estaba
Tarta "ligera" de manzana y coco
No sé si tenéis el mismo problema que yo a la hora de poneros a dieta pero personalmente no soporto ningún edulcorante, la sacarina, el aspartamo y demás son intragables, dejan un regusto que me resulta asqueroso, sólo los tolero en los refrescos de cola. Para colmo de males no toleran bien las altas temperaturas y amargan, por lo que hacer según qué cosas con ellos era imposible.
Oí hablar hace tiempo de la Stevia pero era difícil de encontrar y lo que había disponible eran las hojas de la planta, cosa que me resultaba complicado de utilizar.
Pero ahora en el mercado hay varios edulcorantes a base de Stevia que no dejan ese regustillo desagradable y que toleran el horneado, así que podemos preparar postres desahogando un poquito nuestra conciencia.
Para ésta receta yo usé unos de esos edulcorantes que viene en polvo con una textura muy similar a la del azúcar, la caja es blanca y verde y se encuentra fácilmente en cualquier supermercado, no doy el nombre para que no parezca ésto un spot publicitario pero creo que os será fácil de reconocer.
La tabla de equivalencias entre el azúcar y éste edulcorante la podéis encontrar en éste blog, es muy de agradecer el trabajo que se ha tomado y las diferentes pruebas que ha hecho.
En el sabor final de la tarta no se nota para nada la ausencia de azúcar, está muy rica. No deja de ser algo para comer de manera esporádica pero es agradable darse un capricho sin sufrir luego los remordimientos
Ingredientes:
150 gr. de harina
50 gr. de coco rallado
80 gr. de edulcorante en polvo a base de Stevia
220 gr. de leche desnatada
1 huevo
3 claras de huevo
1 sobre de preparado de flan sin azúcar
1 yogur griego
1 kg. de manzanas
Mermelada de melocotón (opcional)
Se pelan, y se parten todas las manzanas menos una que se reserva para poner en la superficie de la tarta.
Se vierten en el vaso de la thermomix todos los ingredientes menos la manzana reservada y la mermelada de melocotón. Se tritura a velocidad 7 durante 1min. 30 seg.
Se vierte la mezcla en un molde redondo desmontable y se cubre con la manzana reservada contada en gajos muy finos.
Hornear en horno precalentado a 220º durante unos 40- 45 min. hasta que esté dorada por la superficie.
Si se quiere dar algo de brillo diluir la mermelada en un poco de zumo, pincelar por la superficie de la tarta y gratinar durante 5 min.
Luego no digáis que no os cuido.
Oí hablar hace tiempo de la Stevia pero era difícil de encontrar y lo que había disponible eran las hojas de la planta, cosa que me resultaba complicado de utilizar.
Pero ahora en el mercado hay varios edulcorantes a base de Stevia que no dejan ese regustillo desagradable y que toleran el horneado, así que podemos preparar postres desahogando un poquito nuestra conciencia.
Para ésta receta yo usé unos de esos edulcorantes que viene en polvo con una textura muy similar a la del azúcar, la caja es blanca y verde y se encuentra fácilmente en cualquier supermercado, no doy el nombre para que no parezca ésto un spot publicitario pero creo que os será fácil de reconocer.
La tabla de equivalencias entre el azúcar y éste edulcorante la podéis encontrar en éste blog, es muy de agradecer el trabajo que se ha tomado y las diferentes pruebas que ha hecho.
En el sabor final de la tarta no se nota para nada la ausencia de azúcar, está muy rica. No deja de ser algo para comer de manera esporádica pero es agradable darse un capricho sin sufrir luego los remordimientos
Ingredientes:
150 gr. de harina
50 gr. de coco rallado
80 gr. de edulcorante en polvo a base de Stevia
220 gr. de leche desnatada
1 huevo
3 claras de huevo
1 sobre de preparado de flan sin azúcar
1 yogur griego
1 kg. de manzanas
Mermelada de melocotón (opcional)
Se pelan, y se parten todas las manzanas menos una que se reserva para poner en la superficie de la tarta.
Se vierten en el vaso de la thermomix todos los ingredientes menos la manzana reservada y la mermelada de melocotón. Se tritura a velocidad 7 durante 1min. 30 seg.
Se vierte la mezcla en un molde redondo desmontable y se cubre con la manzana reservada contada en gajos muy finos.
Hornear en horno precalentado a 220º durante unos 40- 45 min. hasta que esté dorada por la superficie.
Si se quiere dar algo de brillo diluir la mermelada en un poco de zumo, pincelar por la superficie de la tarta y gratinar durante 5 min.
Luego no digáis que no os cuido.
Tarta de queso y chocolate
La de hoy es una tarta para los amantes del chocolate.
Me encantan las tartas de queso tipo americanas: horneadas, bien cremosas y densas. Pues ésta es una tarta de ese tipo con el plus de que lleva chocolate y cualquier cosa que esté rica, con chocolate lo está más.
Como estoy rodeada de una legión de chocolateros, cada vez que preparo un postre para lo que sea, siempre me ponen como condición que sea de chocolate y en mi búsqueda por variar y que el postre no sea siempre igual terminé dando con ésta tarta.
Cada vez que copio una receta tomo la precaución de apuntar su autora o procedencia para nombrarla pero ésta vez no lo hice y no tengo muy claro si la saqué de alguna página en inglés o de algún blog español, así que si alguien reconoce ésta receta como suya que me lo diga y me perdone el despiste.
Ingredientes:
Para la base:
240 gr de galletas
40-50 gr de mantequilla derretida
Una cucharada de cacao en polvo
Para el relleno:
500 gr. de queso crema
300 gr. de leche condensada
3 huevos
Una pizca de sal
1 cucharadita de vainilla
180 gr de chocolate
70 gr. de chocolate blanco.
Para hacer la base triturar las galletas con la cucharada de cacao y agregarle la mantequilla fundida. Hacer una mezcla homogénea y cubrir con ésta pasta la base de un molde desmontable.
Para el relleno batimos suavemente el queso, cuando esté cremoso añadimos la leche condensada poco a poco y sin parar de batir. Cuando esté integrada, echamos los huevos de uno en uno, esperar a que se incorpore en la crema antes de añadir el siguiente.
Sin dejar de batir echar la pizca de sal y la vainilla. Por último los chocolates previamente derretidos.
Verter la mezcla sobre la base e introducir en el horno precalentado a 150º durante una hora. Apagar el horno SIN ABRIRLO en ningún momento. Dejar que el horno pierda temperatura con la tarta dentro, como mínimo debéis esperar dos horas antes de abrir la puerta del horno. Lo ideal es dejar la tarta reposar dentro del horno toda la noche y por la mañana meterla en la nevera para que enfríe del todo.
Muy rica pero sólo apta para los muy golosos.
Me encantan las tartas de queso tipo americanas: horneadas, bien cremosas y densas. Pues ésta es una tarta de ese tipo con el plus de que lleva chocolate y cualquier cosa que esté rica, con chocolate lo está más.
Como estoy rodeada de una legión de chocolateros, cada vez que preparo un postre para lo que sea, siempre me ponen como condición que sea de chocolate y en mi búsqueda por variar y que el postre no sea siempre igual terminé dando con ésta tarta.
Cada vez que copio una receta tomo la precaución de apuntar su autora o procedencia para nombrarla pero ésta vez no lo hice y no tengo muy claro si la saqué de alguna página en inglés o de algún blog español, así que si alguien reconoce ésta receta como suya que me lo diga y me perdone el despiste.
Ingredientes:
Para la base:
240 gr de galletas
40-50 gr de mantequilla derretida
Una cucharada de cacao en polvo
Para el relleno:
500 gr. de queso crema
300 gr. de leche condensada
3 huevos
Una pizca de sal
1 cucharadita de vainilla
180 gr de chocolate
70 gr. de chocolate blanco.
Para hacer la base triturar las galletas con la cucharada de cacao y agregarle la mantequilla fundida. Hacer una mezcla homogénea y cubrir con ésta pasta la base de un molde desmontable.
Para el relleno batimos suavemente el queso, cuando esté cremoso añadimos la leche condensada poco a poco y sin parar de batir. Cuando esté integrada, echamos los huevos de uno en uno, esperar a que se incorpore en la crema antes de añadir el siguiente.
Sin dejar de batir echar la pizca de sal y la vainilla. Por último los chocolates previamente derretidos.
Verter la mezcla sobre la base e introducir en el horno precalentado a 150º durante una hora. Apagar el horno SIN ABRIRLO en ningún momento. Dejar que el horno pierda temperatura con la tarta dentro, como mínimo debéis esperar dos horas antes de abrir la puerta del horno. Lo ideal es dejar la tarta reposar dentro del horno toda la noche y por la mañana meterla en la nevera para que enfríe del todo.
Muy rica pero sólo apta para los muy golosos.
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