Bizcocho de calabaza y almendras

En mi casa hay una persona que no prueba las verduras jamás y ese es mi marido. Cuando hago algún guiso que lleve un sofrito de verduras éstas tienen que estar pasadas para que no se encuentre ningún trozo, las cremas de verduras las preparo para el niño y para mí porque él no las puede ni ver.
Lo único que come bien es el tomate y la lechuga, todas las demás verduras que existen en el universo no le gustan, da igual que no las haya probado, simplemente no le gustan.
Como es tan especialito con las verduras y a la vez tan sumamente goloso, en cuanto le vi éste bizcocho a Hilda del blog "Entre alacenas y fogones" lo tuve clarísimo, me dije a mi misma: "Ya sé de uno que va a comer calabaza sin rechistar (y sin saberlo claro)".
Y así fue en cuanto lo probó y me dijo lo bueno que estaba, solté la bomba:
"Ah siiii? Pues es de calabaza je je je"
Teníais que haberle visto la cara, pero lo importante es que se lo comió sin rechistar hasta que no quedó una miga y además le encantó y con razón porque es un bizcocho que está buenísimo. Muchas gracias por la receta Hilda seguro que la repetiré.




Ingredientes:

300 gr de calabaza asada
180 gr de azúcar
150 gr de harina
150 gr de almendra molida
80 ml de aceite
3 huevos
2 sobres de gasificantes blancos
2 sobres de gasificantes morados
piñones

Precalentar el horno a 180ºC.Forrar un molde rectangular con papel de horno, también se puede engrasar ligeramente.
Trocear la calabaza y asarla en el microondas 10 minutos, sacar mirar a ver si está tierna, si no es así volver a meter en el micro 5 minutos más.
Batir la calabaza con el azucar hasta obtener una mezcla cremosa.
Añadir los huevos y el aceite, volver a batir.
Incorporar la harina tamizada con el sobre blanco de gasificante, después la almendra molida y lo último el sobre morado de gasificante.
Verter la masa en el molde, cubrir con los piñones y un poquito de azúcar.
Hornear unos 40 minutos.
Pinchar con un palillo, si sale limpio se apaga el horno, en caso de faltar tiempo de cocción se deja un poco mas, tapando la parte superior con un papel de aluminio para que no se queme en exceso.




Es un bizcocho jugoso que se conserva muy bien de un día para otro y al que los piñones le dan un sabor muy rico, perfecto para una merienda con un café calentito ahora que llega el frío.